miércoles, 22 de junio de 2011

LAS LOCAS LOCAS LOCAS NOCHES VERANIEGAS DE PALMA DE MALLORCA

Siguiendo con la dinámica desenfadada por la que se caracteriza este blog, hoy, con todo el orgullo que siento al mirar la maravillosa tierra en la que nací, quiero ejercer de embajador de Palma de Mallorca y dejar que me acompañéis en un tour por las noches (y también los días) de esta esplendida isla.

La mayoría de los que seguís el blog ya la conocéis, al ser allegados míos y por lo tanto, residentes aquí. Pero también hay seguidores que no lo son (un saludo desde Palma, Méndez) y me gustaría que se empaparan de la auténtica esencia que envuelve las noches mallorquinas. Todo ésto, sin acabar robado, estafado, apuñalado o incluso violado.

Comencemos con lo más básico de Mallorca, la playa. Si hablamos de playa, indudablemente hablaremos de la Playa de Palma, situada al sur de la isla en un pueblo turístico llamado El Arenal, pueblo en el que nací y con el que a día de hoy, sin residir en él, sigo vinculado de muchas formas. El Arenal es uno de los referentes turísticos de la isla por muchos motivos, pero el más emblemático sin duda es: Los Biergarten o jardines de cerveza.

Bonita estampa

Pues sí, este tipo de cosas son las que te puedes encontrar día a día en estos lugares. Pero lo que más me llama la atención de la foto, es el hombre con la niña en brazos. Y el tío se queda tan ancho. Pobre niña. Lastima que no os pueda enseñar en todo su esplendor, las borracheras que estos individuos se cogen nada más despertarse, hasta el punto de verlos tirados en medio de la calle a plena luz del día.

Otra de las cosas que van de la mano de un verano en El Arenal, son los trileros. Grupo de  entre 6 y 8 personas, también llamadas collas. Suelen ser de etnia gitana o también provenientes  de distintos países de Europa del este y se dedican a engañar/timar a turistas incautos, que a pesar de estar avisados (desde las agencias de viajes, hoteles etc...), caen como moscas en una tela de araña.


El Arenal tiene de todo, no os quepa duda. Si quieres buena compañía, puedes encontrar prostitutas de origen africano por el módico precio de 20 euros, por cualquier calle cercana a la costa. Ahora sí, es posible que acabes con una gonorrea o incluso ladillas, aparte de quedarte sin cartera, reloj ni joyas que puedas llevar encima en ese momento. También de propina, te llevarás un buen palizón del maromo, también de origen africano, que esta esperando escondido detrás de la esquina, para pegarte el palo en cuanto te despistes.

En la viña del señor hay de todo...
menos uvas.

Volvamos al escenario principal: la playa. No hace falta que os diga, que en Mallorca hay muchas, pero que muchas playas, es algo obvio. El Arenal, tiene una de las playas más concurridas de Mallorca, donde entre otras cosas, podrás bañarte con algo de suerte sin tropezarte con alguien y además saborear el gusto a orín que tiene el agua en la que estás nadando apaciblemente. Es muy aconsejable, si vais más de una persona, hacer turnos para vigilar vuestras pertenencias, porque es altamente probable que el listo de turno, os robe hasta los calcetines sudados.

Pasemos ahora a esas noches locas que os he comentado. Precisamente ahora, estamos en época de viajes de fin de curso, y puedes encontrar a cientos de estudiantes soberanamente ebrios, aglutinándose en las puertas de las discotecas más cutres  famosas de El Arenal o también, en cualquier portal regurgitando todo el alcohol de dudosa calidad que horas antes, sin mesura alguna, habían estado consumiendo.

Crónica de una muerte anunciada.


Otro de los efectos secundarios de este tipo de turismo de "calidad", es el fuerte impacto medio-ambiental, social y visual que deja a su paso. Medio-ambiental, por la cantidad de desechos que acaban tirados en la arena cada mañana después de las noches de jarana. Social, por las molestias que crean a los vecinos de la zona que tienen que compartir sus noches de sueño con la música proveniente de las discotecas  y las algarabías desorbitadas de estos habitantes de la noche, ajumados como cubas. Todo ésto, aderezado con las siempre agradables trifulcas entre prostitutas, turistas o rateros. Y visual, pues, juzgad vosotros mismos:


Ya ves...



Frivolidad e ironía a un lado, Mallorca tiene un lado más amable que la mayoría de los visitantes desconocen (por fortuna) y los mallorquines nos guardamos para nosotros mismos. Pero como imaginaréis, no lo voy a escribir aquí, porque no tendría gracia. Carece de sentido trollear sobre algo que te encanta. Como siempre, espero que hayáis disfrutado del tour mallorquín que os he preparado. Agur

Un pequeño oasis de bonanza
en un desierto de fragor

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