lunes, 14 de marzo de 2011

LO QUE HAY QUE VER

Hubo un tiempo en este putrefacto país, en el que amas de casa en su mayoría y gente de toda índole en general se nutrían, catódicamente hablando, de un producto televisivo que nos llegó del otro lado del charco, más concretamente, de sudamérica. Este producto que tan de moda se puso a principios de los 90, no eran otra cosa sino que las telenovelas. Todo el mundo las veía, todo el mundo las comentaba, no podía existir una sobremesa en una casa de español medio, en la que no se viera una de estas series tan verosímiles, y por si no os habéis dado cuenta estoy siendo  sarcástico.

Hoy, después de tantos años, sigue quedando un remanente bastante arraigado en nuestra cultura de sobremesa y todavía se pueden ver algunas de estas series, aunque no con tanto carisma como las de antaño. Quien no se acuerda de "La dama de rosa" o de la sufridora "Topacio", sin que se le escape sin quererlo una lagrimilla.

Pero hoy no voy a hablar de las telenovelas sudamericanas, voy a hablar de un fenómeno surgido no hace demasiado y que no son más que sucedáneos de éstas, en SV (Spanish Version). A priori, quizá no sepáis de lo que hablo pero enseguida os lo contaré.

Volvemos a las sobremesas españolas. Después de comer lo que siempre apetece, incluso más que echar un polvo, es una buena siesta, cosa que hago (la siesta, no el polvo) tumbado en el sofá del salón de mi casa. Suelo comer con mi señora madre sobre las tres, tomo café y entre que recojo y otras cosas, se hacen las 4, momento en el que me deslizo como una serpiente hacia mi preciado sofá, en el que me tumbo a descansar. Acto seguido, mi madre hace lo propio mientras coge el mando a distancia para poner la "Primera" con su correspondiente programación de "superlujo", haciendo aparición el meollo de la cuestión y el significado de toda esta entrada:

AMAR EN TIEMPOS REVUELTOS


No se si habréis visto la serie alguna vez, pero si no es así me gustaría que aunque fuera por curiosidad, lo hicierais. Está inspirada creo, en la España de la década de los cincuenta y poco más.  ¡¡¡Su puta madre!!! Pero que serie más mala. No tiene perdón de Dios. Empecemos: al guionista lo tendrían que poner de muñeco en Sant Antoni y prenderle fuego, los actores tienen menos credibilidad que Jaume Matas en un juzgado, la trama, que por cierto es casi inexistente, no hay quien se la fume y los diálogos tienen menos consistencia que el tiramisú que hice ayer.

Os contaré la escena que vi el otro día. En la serie hay un bar, pues bien, al dueño  que está en la cama no se sabe porqué, lo llama corriendo su hijo para que vaya a la taberna porque hay un señor del banco que se lo va a expropiar por impago. A todo ésto, la nuera está ya allí y le forma un numerito que "pa que" y al hombre le pega un chungo.
¿Os parece un escena dramática no? Porque en realidad es un drama que te expropien el bar. Para mi lo sería. Pues bien, os digo la verdad, si eso era una escena dramática que me parta un rayo ahora mismo porque yo no podía parar de reírme. Para terminar de rematar la faena, resulta que todo era una pesadilla y el viejo se despierta de sopetón, aunque más que despertar parecía que le estaban metiendo un bate por el culo.
En serio, yo tengo muchas pesadillas y no me despierto así.

Aquí el susodicho tabernero
con dedo amenazante


En fin, ésto es lo que hay que ver por las tardes en la TV, aunque a partir de ahora me echaré la siesta en mi cuarto que allí estoy más tranquilo. Agur

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